sábado, 7 de febrero de 2015

Cap 3 "Qué es despertar"

"Sobre Durmientes y Jugadores" Capítulo tres


“Qué es despertar”.


El despertar del alma es el estado conocido como Nirvana,
alcanzado por Buda. El despertar no es morir, es percibir la
super-realidad, una nueva dimensión de lo real. Más allá del mapa
de lo real y de lo conceptual, más allá del lenguaje. El despertar
del alma es un estado en el que se percibe el lenguaje de
programación del universo. Ser uno con la creación es despertar.
Saber que todo es posible es despertar. Un despierto puede salir
de la prisión del cuerpo, escapando de las cadenas de los sentidos;
no perdiéndolos, sino utilizándolos como interface para la
programación del universo todo. Quién busque en las palabras la
verdad del universo estará lejos de hallarla, quién pregunta no
sabe. Quién nada cuestiona, concibe todo tal cual es.
Sin embargo este percibir todo tal cual es suena un poco a la
descripción de un durmiente. El despertar del alma no es
permanente. Quién despierta para siempre se torna uno con el
universo, y deja de existir para pasar a ser parte del motor quieto
del cosmos y de todo lo cognoscible. No es este mi objetivo, sino
buscar el despertar del alma como un medio de calmar las ansias
de saber, como una estrategia de meditación, y como una
iniciación a la etapa de jugador.
Basado en mi propia experiencia del despertar de mi alma,
trataré de describir algo de lo que recuerdo haber percibido como
el código de programación del cosmos.
Lo real, el cosmos, el universo; están desarrollados en
nuestras mentes bajo denominaciones llamadas palabras. Las
palabras simulan representar lo que percibimos, y disimulan el no
representar lo no-percibido. Usted lector tiene entre sus manos
este libro. ¿Percibe acaso lo infinito del universo? ¿Existe acaso la
persona que vive a dos cuadras de su casa?
Un concepto muy interesante me fue develado en un libro
sobre ninjitsu. Cómo ser invisible. Para aprender a ser invisible,
primero es preciso saber qué es ser invisible. Por ejemplo yo,
situado en este momento en Argentina, soy invisible en Turquía.

Esta forma lateral de ver lo real, está ampliamente emparentada
con el lenguaje de programación del universo. La mente disimula
la no-existencia de Turquía mediante el recuerdo de lo aprendido
en base a un fenómeno dado: Turquía es un país: Turquía existe.
Las palabras programan nuestro universo, lo fenoménico es
aprehendido mediante los sentidos y procesado mediante el
lenguaje. Pero. ¿Es realmente así?
Sólo se puede percibir un fenómeno una vez. Ya nombrado,
dicho fenómeno es la recreación del primero mediante el fonema
paradigmático que se corresponde con él. Un árbol es todos los
árboles, sino se llamaría de otro modo, sería otro fenómeno. El
código puede ser “comprendido”, mediante estrategias lógicas de
decodificación. Una palabra encierra miles de significados, por
ende miles de fenómenos relacionados, y luego miles de
respuestas posibles.
La palabra “Mono”, puede ser entendida como
denominación de un animal, sinónimo de uno, etcétera. Pero
existen otras acepciones que no son contempladas por lo
conciente. Por ejemplo “Mono”, puede ser descompuesto en
Mon-O, tal vez un nombre, tal vez un epíteto que se refiere a la
letra “O”; tal vez para quien sepa algo de inglés se parezca a la
escritura de “Moon-O”; Etcétera. Para ir más lejos aún podría
tomar La palabra Mono como una referencia nemotécnica de:
Multi
Orgasmo
No
Occidental.

O tal vez:

Muestra
Ornamentos
No
Ocultables.

Ciertos tipos de locura centran su estrategia psicotizante en la
deixis morfémica. Ya he hablado de la imprecisión del lenguaje en
cuanto a la extracción de una frase con respecto de su contexto.
La deixis morfémica, a la que también llamo “conjetura de los
morfemas concientes”, es la creencia de que existen morfemas
extra lingüísticos dentro de las palabras, y que estos morfemas
ocultan un significado, muchas veces llamado “mensaje divino” o
“revelación”.
Sabemos que los morfemas tienen una raíz etimológica
basada en voces latinas, griegas, etcétera, en el idioma castellano.
Bastará un ejemplo para comprender este concepto.
La frase:
“El diablo está en los detalles”.
Podría ser entendida mediante este paradigma psicopático de la
siguiente forma:
“El Dial Block es Tall en los de Talle Small”.
Se puede apreciar el rasgo psicopático en lo caprichoso de la
interpretación. En “Tall” se toma a “Ta” (pseudo-morfema) como
referente de “Tall” (Voz inglesa equivalente al “Grande”
castellano), y no al “Tall” nombrado por completo en “Talle”. Es
obvio que podría ser “Tall es”, interpretado como Es grande y no
como Talle small. Aunque por otra parte la palabra “es” podría
ser interpretada como forma fonética de la letra “S” en inglés,
donde daría el mismo resultado, “Talle S” o “Talle Small”.
Este tipo de paradigma psicopático es muy interesante ya
que es un recurso introspectivo muy rico; todo el significado que
se de a una frase mediante los “morfemas concientes” es
testimonio del contenido mnémico de la mente y no de actuales
influencias externas. Toda interpretación de frases ya sea
mediante esta técnica o mediante lenguaje ordinario, es fiel
testimonio del contenido de la mente. En especial en el caso de
los psicóticos, donde la realidad como consenso pasa a un plano
secundario y el mapa de lo real es concomitante con las

referencias que impone el plano social. Parece irónico pero esta
realidad alterada es más “real” que la realidad del consenso social.
La locura es la puerta de entrada a la no-mente, el despertar del
alma no es otra cosa que una locura controlada, algunos la llaman
genialidad. Para un uso práctico llámese a este concepto
Despertar.


Alejandro G. Vera

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