-Al judío errante-
Demonios de colores aguerridos
Escapan al no-ser de su plumaje;
Quizá sea para todos ese traje
De no existir por siempre, de ser vivo.
Show del perro interior, canción de loco,
Crucificado y solo, no hay desnudo.
Este mundo que salva al que no pudo
Al que logra desdeña poco a poco.
Por persistir ya llevo diez mil vidas.
Soy viento, soy lugar y soy espejo.
Aunque tenga cien años no soy viejo;
Aunque sepa de alquimia no soy Midas.
Final del cuento (me esperan otros mundos).
Show del perro que gira y luego duerme.
Así te escupo, mundo, tal vez merme,
Del ser-abismo el sollozar profundo.
Es el Viento despertar rotundo
Del suspiro que supo contenerme…
A.G.V.
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