lunes, 25 de noviembre de 2013

Los suplicios del virtuoso...



Esto es amar, decía Luis mientras lamía el dedo de su novia, que era autista. Como vemos aquí el amor es lo que uno quiera, si usted quiere que yo sea el amor yo seré su amor, comentó el Dr Diaz a la familia de Luis, mientras se masturbaba con una toalla, o TOBALLA, como se dice en estos tiempos de apocalípsis y sarna.

Ay!!! Gritó Giselle! No ven que soy autista, dejense de joder, quiero estar conmigo. Obviamente el Papa no vio esto, sino habría tomado cartas en el asunto aunque los juegos de azar esten prohibidos por la inquisición (digo la iglesia)...

Giselle: Te amo decía Luisito y mientras programaba el celular para que se auto-reciclara, comenzó a morder con ternura la pierna del Dr Diaz.

Obviamente un caso de Pica, Comentó el Dr, que era un hombre de papel si pretendemos que nuestro universo no estalle aún. Bruscamente, la gata de la impaciencia rugió y todos lloraron, menos Giselle que era autista, o sea no estaba en toda esta boludez. El premio es para los patéticos, una pequeña montaña de arena de gato usada.
Qué lindo, dijo Irónicamente el Dr Diaz, mientras buscaba su anillo de oro entre la arena del gato. Todos de alguna forma somos ese gato dijo Giselle sin señalar a nada ni a nadie, ni física ni mentalmente (Esa es La Verdadera POESÏA)

Veo letras, debe ser un libro, la gente razona, vive y muere. esas tres cosas hace. Lo de vivir y morir es inevitable, lo de razonar es mejor dejarselo al gato o al televisor de 58 pulgadas (suena a pulgar pero a nadie aquí le interesa la etimología de una MIERDA).

Para terminar Giselle (Mi adorada) dijo voy a cantar, obviamente no cantó me comentaba el Dr Diaz mientras le inyectaba un calmante y los enfermeros lo ataban a su cama, esta vez para siempre (lo que para los asesinos significa 20 años)...




Alexiel Ardilla Hackerous

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