lunes, 4 de junio de 2012

Y ella era la luna, dormida a mi lado...

Y la noche era rosa y era ocaso como mueren las flores, homenajes tan tristes los traidores perfumes de sus pasos, Y ella como la luna se dormía Solo queda el recuerdo y la mañana, de quien será la rosa de su alma homenaje de lágrimas, princesa enamorada. No supe que decir (Se puede acaso?) decir algo a los cielos si sus labios rojos son un dulce mas mortal y latente que el infierno... Cuanta dulzura, que mujer, qué diosa. Ya la veré si el destino así me ayuda estoy salvado, de lo contrario muero como todos. Un loco más enamorado del cielo...

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